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05 octubre, 2009

PRENSA: EL PRIMER PROGRAMA NACIONAL DE DESARROLLO RURAL SOSTENIBLE YA TIENE PRESUPUESTO

El plan para evitar el éxodo rural estará dotado con 1.300 millones.
El primer programa nacional de desarrollo rural sostenible ya tiene presupuesto. Entre 2010 y 2014, el Ejecutivo y las comunidades tendrán que asumir a medias un gasto de 1.290 millones de euros para frenar el éxodo a las ciudades, según consta en el primer borrador del programa.
Carlos Molina - Madrid - 05/10/2009. Cincodias.com.

Gobierno, comunidades y ayuntamientos han cerrado el primer borrador del programa de desarrollo rural sostenible, que fija los criterios y la financiación que deberán aportar las tres Administraciones para evitar que los 6.694 municipios rurales que existen en España acaben desapareciendo a medio plazo. En el documento, al que ha tenido acceso Cinco Días, se fijan los ejes sobre los que se tendrá que vertebrar el impulso a las zonas rurales y el presupuesto necesario para abordar todas las actuaciones previstas entre 2010 y 2014. En la memoria económica se establece un presupuesto de 1.290 millones de euros para ese quinquenio, que tendrá que ser financiado a medias entre el Estado y las comunidades.
De este modo, el Ejecutivo financiará 600 millones y el resto será aportado por las comunidades autónomas, a las que se ha asignado un porcentaje en función de criterios como el porcentaje de superficie rural, densidad de población, insularidad, tasa de envejecimiento, dispersión de la población o renta per cápita autonómica. Castilla-La Mancha, Castilla y León y Andalucía suman el 50% de los fondos regionales necesarios y tendrán que aportar más de 300 millones de euros entre las tres.
El objetivo del programa, que ahora pasará el trámite de audiencia pública para incluir las aportaciones de agentes sociales, organizaciones agrarias y representantes políticos, es frenar el masivo éxodo de las zonas rurales. En los últimos diez años, la población en los núcleos urbanos ha crecido en más de cinco millones de personas, mientras que en las zonas rurales, el incremento apenas llega al medio millón.

Cinco ejes de actuación

La falta de oportunidades, el escaso desarrollo económico y las carencias en servicios esenciales como sanidad o educación han provocado que el éxodo de los pueblos a las ciudades haya continuado, en especial por parte de las capas más jóvenes de la población. Para corregir esa situación, cada comunidad se ha encargado de elaborar un plan de zona, en el que ha incluido las principales carencias de las zonas y las necesidades de financiación para subsanarlas. Una vez recogidas todas las peticiones de las comunidades autónomas se han establecido cinco ejes sobre los que habrá que actuar: actividad económica y empleo, infraestructuras, servicios y bienestar social, medio ambiente y agua y diversificación de la economía.
Cada uno de ellos recoge una serie de objetivos a cumplir en los próximos cinco años. Entre los más importantes se encuentra dotar de acceso por carretera asfaltada a cualquier núcleo que tenga más de 50 habitantes, asegurar el abastecimiento energético a través de una mayor participación de las energías renovables, garantizar el consumo de agua potable y depurada, disponer de aulas permanentes para garantizar la educación a los menores de tres años, de un servicio de urgencias sanitarias a menos de 30 minutos o de un servicio selectivo de recogida de basuras.

Masivo desplazamiento de la población femenina

En 2008, sólo un 38% de la gente que había nacido en un pueblo permanecía en el mismo, según datos incluidos en un estudio elaborado por la Fundación La Caixa. Este porcentaje significa un recorte de seis puntos y medio en siete años y refleja el masivo éxodo desde las ciudades a los pueblos, en especial en lo que se refiere a la generación "soporte" (aquella que en la actualidad tiene entre 30 y 49 años). Esa variación, según el estudio, ha sido especialmente sensible entre las mujeres, lo que ha propiciado que el predominio de los hombres entre la población rural española en edad activa se haya acentuado. De hecho, por cada 100 hombres censados en un pueblo hay 80 mujeres, una proporción aún menor y más acentuada en las poblaciones de menos de 2.000 habitantes.
Según los autores del estudio, la emigración femenina se ha visto alentada por las mejores oportunidades educativas y laborales que ofrecen las ciudades frente a las restricciones que ofrece el entorno rural, en el que el papel de la mujer se reduce a la economía doméstica.
A estos inconvenientes se le suman las deficiencias existentes en servicios básicos, como sanidad, educación y transporte que padecen la gran mayoría de los municipios rurales, lo que en muchos casos impide la conciliación laboral y familiar.

PRENSA: NI TORRETAS NI GASEODUCTOS

Disconformidad en la montaña central
Los alcaldes de los pueblos afectados por la Sama-Velilla en el entorno de la Montaña Central se muestran contrarios al hipotético gasoducto: “Nosotros no queremos ni torretas ni gasoducto, básicamente porque no podemos ganar una batalla y perder otra”, dice Óscar Gutiérrez, de Villamanín. “El gasoducto ya está hecho. Sería muchísimo mejor aunque no es una solución adecuada. León tiene que plantearse como forma de generar energía la quema del carbón”, sostiene Francisco Castañón, de La Pola de Gordón, y desde Matallana Efrén Aldeano afirma que “la postura sigue siendo la misma, da igual que sean torretas o tubos de gas.
La Crónica de León.

PRENSA: LOS ALCALDES ACEPTARÍAN NEGOCIAR EL PASO DEL GAS SIN LA LÍNEA SAMA-VELILLA

ENERGÍA ALTERNATIVAS AL TRAZADO DE ALTA TENSIÓN
Los alcaldes aceptarían negociar el gas con Asturias sin la Sama-Velilla.
La mayoría de alcaldes insiste en que es mejor un gasoducto que el trazado eléctrico, puesto que el impacto ambiental sería casi nulo.
S. Sanz/ D. Rubio / León. La Crónica de León.
La opción de construir un nuevo gasoducto entre León y Asturias, con el objetivo de convertirlo en electricidad en una central térmica que se construyese en algún punto de la provincia, resulta para los alcaldes de los ayuntamientos afectados por la Sama-Velilla un mal menor. Todos ellos están de acuerdo en que el impacto ambiental sería mucho menor, prácticamente nulo a los 2 ó 3 años de que se terminase la obra, pero insisten en que Asturias, a día de hoy, no necesita evacuar energía. Éste último ha sido el principal argumento empleado por los opositores a la línea de alta tensión durante todo este tiempo y, lo cierto, es que actualmente Asturias no necesita evacuar energía ahora mismo, pero sí que lo necesitará en los próximos años si consigue llevar a cabo los ambiciosos proyectos que en el Principado se están realizando.
La posibilidad de construir un gasoducto permitiría, además, construir una nueva central en León, lo que acarrearía puestos de trabajo, por lo que algunos de los alcaldes de los municipios afectados por la Sama-Velilla se muestran dispuestos a negociar con elPrincipado: “Entiendo que el planteamiento es que no se necesita la línea, pero si realmente se necesitase porque haya que evacuar la energía producida por una serie de ciclos combinados a través del gas, pues si aquí se aprovechara esta instalación para hacer un ciclo combinado y este genera empleo y trabajo, no estaríamos en desacuerdo”, asegura Nicanor Sen, alcalde de Cistierna.
José A. Rodrigo, de Valderrueda, afirma que “en principio, si nos dieran servicios también a los pueblos para el gas ciudad y demás pues sería una opción a tener en cuenta en este caso hipotético. Las centrales de ciclo combinado tampoco son buenas y habría que saber dónde se instalaría. Pero lo que sí está claro es que el impacto ambiental sí sería menor en comparación con la línea, aunque la base de todo seguiría siendo la misma: no es necesaria esa electricidad y, por lo tanto, no es necesario evacuarla y hacerla pasar por León”.
Desde La Vecilla, Manuela García afirma que “siempre lo que sea evitar el impacto ambiental estaría bien y en este caso, además por experiencia, un gasoducto tendría menos impacto que las torres de alta tensión, por eso se pidió que la línea se soterrara. De todos modos, siempre hemos defendido que no se necesita esa electricidad, por lo que no estamos a favor ni de una cosa ni de la otra”. Y un alcalde con experiencia en gasoductos, Baltasar Epifanio Fernández, de La Ercina, dice que “por aquí pasa el gasoducto de La Robla a Velilla cruzando todo el municipio. Estamos de acuerdo en que el impacto ambiental sería mínimo en este caso comparado con las torres de alta tensión, según nuestra experiencia, pero la opción de cambiar una alternativa por otra tampoco es un tema a decidir en un momento. De todos modos, tenemos claro que no se necesita evacuar esa electricidad de ninguna forma”. En la misma línea, la alcaldesa de Vegaquemada, Maribel Fresno, dice que “no sería una idea descabellada del todo, pero sería algo que habría que estudiar. Aquí tenemos un gasoducto soterrado y el impacto ambiental sería mucho menor que las torretas de la línea y sería más beneficioso para León el que se creara una térmica de ciclo combinado. Pero que quede claro que solo estamos hablando de una hipótesis y que, por supuesto, esto sería algo en lo que habría que estar todos los afectados de acuerdo”.