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13 enero, 2014

¡¡¡CUANTO SABÍAN LOS ANTIGUOS!!!


LA CALLE ES MIA, Y EL MONTE TAMBIÉN

Los cazadores alegan que el cierre del monte aportará seguridad a las batidas
El delegado de León cree que deben compatibilizarse los aprovechamientos del campo

A. Domingo | Redacción 13/01/2014


La propuesta de la Federación Española de Caza al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente para que se impida el tránsito de personas por los aprovechamientos de caza mayor mientras se realizan monterías, batidas o ganchos ha desatado un intenso debate social. Y eso pese a que, según el gabinete de comunicación federativo, no existe un texto escrito que recoja la iniciativa, que, hasta el momento sólo es «una propuesta absolutamente verbal», expone la federación. Sin embargo, en la web change.org se han superado las 50.000 firmas dirigidas al ministerio contra esta medida.

La posibilidad de poner puertas al campo mientras los cazadores tratan de abatir sus piezas no se fundamenta en unos datos de accidentabilidad. Las federación española y castellano y leonesa señalan que no disponen de estos, y desde la nacional aseguran que la propuesta se sostiene por tratarse de la seguridad de las personas y desde un punto de vista económico: «Es un disparate que haya gente en el campo los días de cacería». Excursionistas, seteros, castañeros, ciclistas, montañeros... «no pagan una sola peseta y disponen de todo el año» para desarrollar su actividad, aseguraron desde la federación española.

Por su parte, el delegado de la federación castellano y leonesa en León, Miguel Fierro, pide prudencia a la hora de valorar la propuesta y destaca que la pérdida de «una sola vida es ya mucho». Fierro defiende que todos los aprovechamientos del monte «tienen que ser compatibles» para «rentabilizar al máximo la riqueza que, en distintas formas, ofrece el monte».

El delegado federativo entiende que la señalización obligatoria que se instala en la actualidad «no impide el paso, pero lo cierto es que lo raro es que entre alguien» y señala que «la inmensa mayoría de los accidentes se producen entre compañeros, que, en ocasiones, incluso son familiares» y apela a la prudencia como mejor medio para evitar desgracias. «Hay que tirar en lugares con visibilidad y donde se entierre el tiro perdido».

El colaborador de este periódico especializado en caza y pesca, Pedro Vizcay, apuntó que la Guardia Civil «es muy escrupulosa» con el corte de caminos y senderos con cinta y con el uso de chalecos o gorros reflectantes por parte de los cazadores. Vizcay añade que el derecho a disfrutar del monte se genera en cuanto que hay un pago por su uso, del que, generalmente, se aprovecha un pueblo.

Más de 4.000 cacerías

En cuanto al número de actividades de caza mayor que se celebran al año en la provincia, señala que son muy pocas las monterías, siendo más frecuentes los ganchos, en los que no se puede exceder un número de 20 cazadores. La Navidad es la época con mayor número de cacerías y calcula que el número de ganchos puede situarse por encima de los 4.000, teniendo en cuenta que la provincia dispone de unos 500 cotos de caza mayor, que celebran entre 8 y 10 por temporada.

En cualquier caso, Monterías batidas y ganchos están limitados por la Orden Anual de Caza que dicta la Consejería de Fomento y medio Ambiente, en función de la extensión del coto de caza mayor y con la fiinalidad de evitar aprovechamientos abusivos. También se practica la caza a rececho, limitada por el número de precintos (tantos como piezas autorizadas) de los que disponga el coto, con muy baja siniestralidad.