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21 febrero, 2014

NA, NA, NA, NANANA

Irlanda: retirada de tarjeta sanitaria a mayores de 70 años. Tarifa de 75 € al dia para los pacientes con cancer    
     
Los ancianos sufren en sus propias carnes el brutal aumento del coste de mantenerse en vida   

     2014-02-21   
    
A mayor enfermedad, mayores costes. Este año será el más gravoso hasta la fecha para esa mitad de la población que depende totalmente de los servicios públicos para cubrir sus necesidades sanitarias.

No estamos hablando de suplementos extraordinarios, sino de atenciones básicas de vida o muerte. Las personas que precisan de medicamentos vitales no tienen más alternativa que correr con el aumento de las tasas de las recetas. Los enfermos graves sin tarjeta sanitaria que han de ser ingresados en un hospital público no tienen la opción de aplazar su tratamiento aunque les esté suponiendo 75 euros por noche. Y los costes ambulatorios para los enfermos de cáncer sometidos a quimioterapia representan toda una «cruz financiera» que tienen que soportar.

Transcurridos casi tres años desde que el Gobierno fuera encumbrado al poder tras sus promesas de atención médica general para todos, seguro médico universal y fin de las tasas sobre las recetas, la realidad es que los recargos insidiosos están afectando con mayor severidad a la población más enferma con menores niveles de renta.

No se trata de importes desdeñables. En 2011, un ciudadano con tarjeta sanitaria aquejado por una serie de dolencias que requiriesen tratamiento a base de medicamentos abonaba un máximo de 10 euros al mes en concepto de tasas sobre las recetas. Actualmente, ese importe ha aumentado a 25 euros al mes.

En 2011, las unidades de tratamiento de lesiones leves que se abrieron en los hospitales donde se cerraron los servicios de urgencias y accidentes dispensaban sus cuidados de forma gratuita. Actualmente, cada visita cuesta 100 euros. En octubre de 2012 se impuso una tarifa de 75 euros al día para los pacientes que acudían a los hospitales públicos con el fin de recibir tratamiento contra el cáncer.

Pero la herida financiera más grave ha sido la asestada por la decisión de dificultar el acceso a la tarjeta sanitaria a todos los grupos de edad, especialmente los mayores de 70 años.

En las próximas semanas llegará a los buzones de decenas de miles de mayores de setenta años (como ya sucedió a 20.000 personas el pasado año) una carta del Health Service Executive (Servicio nacional de salud) en la que se les informará que han perdido el derecho a la tarjeta sanitaria.

Dada la prevalencia de la enfermedad en este grupo de edad y del coste de la medicación, las estancias hospitalarias y el ingreso en un servicio de urgencias y accidentes, es muy probable que muchos de ellos tengan que apurar sus ingresos para encontrar esos 2.500 euros que les permitirán mantenerse en vida este año.

La retirada de las tarjetas sanitarias a ciudadanos de este grupo supondrá un ahorro de aproximadamente 25 millones de euros y cubrirá en gran parte la introducción de atención médica general gratuita para los menores de seis años, con independencia del nivel de renta de sus padres. Una nueva manifestación de la mala fe de un Gobierno votado por muchos de esos ancianos que encaran el 2014 con nuevas angustias y miedos en cuanto a su salud.

La retirada de la tarjeta sanitaria completa al personal recién contratado afectará también a las parejas jóvenes, que se verán obligadas a hacer frente a costes médicos. Sus hijos no estarán ya exentos de las tasas de los exámenes estatales ni de las tarifas del transporte público y perderán las ayudas a los libros escolares. En eso han quedado las promesas preelectorales….

Traducido por Jaime Campos para CAS

EL SUPERMERCADO ESPAÑOL (2)

La oligarquía catalana contra España: Endesa
 13.01.2014 Roberto Centeno
elconfidencial.com

Hasta 1997, Endesa estaba dirigida por Feliciano Fuster, que la había convertido en la mayor por capitalización bursátil junto con Telefónica, muy por encima de Iberdrola, Repsol o el Santander. Fuster tenía una estrategia perfectamente definida: una política de internacionalización y diversificación, extremadamente brillante y eficaz, para convertir la sociedad en un holding multiutilities. Endesa era una empresa pública perfectamente gestionada con sueldos de las empresas públicas de entonces. Feliciano ganaba 12 millones de pesetas anuales, que equivalen a 140.000 euros de hoy, ¡casi cien veces menos que algunos de los presidentes de las empresas eléctricas actuales, mucho peor gestionadas!

Cuando se estaba terminando el llamado proceso de privatización “para fomentar la competencia”, la mayor estafa de la historia industrial de España, ya que se trataba de convertir los monopolios públicos con precios regulados en monopolios privados con precios libres, Aznar se hizo con el poder con la ayuda de los separatistas catalanes y puso a sus amigos al frente de todas las empresas públicas, privatizadas o no, con independencia absoluta de sus conocimientos. “¡No íbamos a poner a nuestros enemigos!", diría Rato con la soberbia que le caracterizaba, aunque deberían haber elegido al menos a los que supieran hacer una 'o' con un canuto, porque la mayoría ni eso.

Endesa se la 'pidió' Martín Villa, que, después de haber traicionado a Franco, a sus principios falangistas y a España y a los españoles en la Transición, era lo menos que se merecía. Así que Aznar echó a Feliciano, “un enemigo”, según el inepto de Rato, y puso al ínclito Rodolfo. Lo primero que hizo el nuevo presidente, que podía no saber lo que era un kw, pero sabía muy bien que la pela es la pela, fue ponerse un sueldo 20 veces mayor que el de Feliciano. Durante los ocho años siguientes, primero con Martín Villa y luego con Pizarro, la cotización de Endesa se estancó, mientras que la del resto de las eléctricas subió como la espuma.

Los caciques catalanes, al saqueo

Uno de los grandes desastres de la Transición ha sido el hecho de que el voto de los separatistas vascos y catalanes valga seis veces el del resto de los españoles, lo que ha llevado a que cuatro caciques locales, hoy en abierta sedición contra España ante la cobardía y la inacción de Rajoy, tengan la llave en la formación de Gobiernos. A los vascos se les restituyó un régimen foral de rapiña, e ingresan anualmente 8.000 millones menos al Estado de lo que les correspondería en el régimen común. También se dispuso que los impuestos del IVA y Sociedades pagados por las empresas radicadas en el País Vasco por sus ventas fuera de la región (particularmente las medianas y pequeñas), que son ingresados en las Diputaciones Forales, no vuelvan al Estado como es obligado. Ello añade miles de millones que literalmente roban al resto de los españoles, lo que les permite ser la primera región en renta per cápita.

En el caso de Cataluña, todo el expolio económico de España ha girado alrededor La Caixa, cuya gestión del negocio bancario ha sido manifiestamente ineficiente (a día de hoy ni siquiera sabemos el valor de sus activos tóxicos aparcados fuera de CaixaBank, gracias a la connivencia con el BdE), y que ha aprovechado en su favor el chantaje político que suponía la compra de los votos nacionalistas. La Caixa conseguía así el 'gratis total', porque el dinero obtenido con el trapicheo político no era para los catalanes de a pie, sino para la oligarquía, al control de numerosas empresas clave.

Como señalaba Alberto Recarte, gran conocedor del sistema financiero, “La Caixa recibía un pago [por estas ayudas políticas] en forma de participaciones empresariales, lo que la ha hecho dueña de enormes paquetes accionariales en las principales empresas de España a precio de saldo. Analicen sus balances y comprobarán que el precio de las participaciones no se ha pagado con sus beneficios bancarios, sino que ha sido fruto de pactos políticos”. O sea, del saqueo sistemático a los españoles, catalanes o no.

Antes de la desgracia nacional que supuso que Zapatero ganara las elecciones, Gas Natural intentó lanzar una OPA sobre Iberdrola, algo que Cortina, entonces presidente de Repsol, frenó con facilidad. Cuando Zapatero llegó a la presidencia, vieron el cielo abierto, porque además nombra al bachiller Montilla ministro de Industria. La máxima aspiración de Montilla en la vida, siendo como es de un pequeño pueblo de Córdoba, era llegar a presidente de la Generalitat, para lo que necesitaba el apoyo de la todopoderosa oligarquía catalana, sin la cual nada se mueve en esa región. ¿Y qué quiere esta a cambio de promocionarlo a molt honorable President? Pues quedarse con Endesa sin poner un euro.

Así, de la OPA que realiza Gas Natural, 21,30 euros por acción, se paga el 65% en papeles de colores, es decir, acciones de la nueva sociedad, para lo que se hace una ampliación, y el 35% restante en dinero que sale de la propia Endesa, vendiendo algunos activos a Iberdrola por entre 7.000 y 9.000 millones. O sea, la oligarquía catalana se queda con la mayor eléctrica española sólo por su cara. Igual que ha hecho con las cajas y el Banco de Valencia, en cuyo caso se ha quedado con los activos, mientras que el dinero lo ponen los españoles vía robo legal del FROB y similares.

“El kilovatio me aburría, pero esto me pone”

Esta OPA 'gratis total' de una hormiga a un gigante, algo inédito en el mundo y que jamás le habría ocurrido ni a Feliciano Fuster ni a un gestor digno de ese nombre, despierta a Pizarro de sus largos años de dolce far niente, y lo primero que hace es decir “el kilovatio me aburría, pero esto me pone”. Se trata del mayor dislate pronunciado jamás por un dirigente empresarial en la historia industrial española, y probablemente en la mundial, y explica la pérdida brutal de valor bursátil de Endesa en relación con sus pares a lo largo del mandato de Villa/Pizarro.

Pero como la creación de valor para el accionista le aburría y la parte legal le "ponía", empezó a buscar todos los obstáculos legales posibles para torpedear el robo descarado que pretendía perpetrar la oligarquía catalana. Y para sortear al Gobierno Zapatero, que estaba a los pies de los oligarcas (tanto que llegaría hasta la traición, haciendo aprobar un Estatuto manifiestamente anticonstitucional que convertía a España en una colonia económica de Cataluña), pidió la intervención de la Comisión Europea, ya que las inversiones de Endesa fuera de España hacían competente a la misma y no al bachiller Montilla.

Simultáneamente, Pizarro salió a la busca de un 'caballero blanco', algo que, de no haberle aburrido tanto el kilovatio y haber hecho su trabajo durante su presidencia, no habría necesitado. Llama la atención que, siendo Pizarro un experto en bolsa, no se percatase de que la estructura accionarial de Endesa, con un 85% de particulares o fondos de inversión, era extremadamente vulnerable. Pizarro no movió un dedo para tener un núcleo duro que hiciera imposible una OPA en un mundo donde eran la moda del momento. Sería un error letal.

El 'caballero blanco' fue la alemana E.ON, sin duda una excelente elección pues es la empresa eléctrica más eficiente de Europa: si al final se hubiera quedado con Endesa, el desastre actual no se habría producido jamás. Pizarro les abrió las puertas de Endesa y los alemanes se quedaron tan asombrados con el valor de lo que había que en lugar de tomar una participación minoritaria decidieron hacer una contraopa por 27,5 euros por acción y todo en efectivo. La oligarquía catalana, que se había dormido en sus laureles, sintiéndose imbatible por el sometimiento de Zapatero y del bachiller Montilla, vio que el tema se le iba de las manos, porque la nueva OPA de E.ON le obligaba a poner dinero, y eso nunca.

Montaje infumable

Así que pasaron a lo suyo: al lloro y a la amenaza política. 'Catalanofobia empresarial' diría el miserable de Carod Rovira, enemigo declarado de España: “En Cataluña no se entendería que Endesa no fuera para Gas Natural”. Y luego: “¿Cómo va a entregarse la primera eléctrica española a una empresa alemana con mayoría pública? Zapatero y el bachiller Montilla rechazaron a E.ON por ser parcialmente pública, algo que clama al cielo a la vista de lo que ocurrió después, e hicieron un montaje infumable con Acciona, que compró un 10% con dinero del Santander, pues el retorno con un beneficio escandaloso estaba garantizado por Enel, que, de la mano de Solbes, compró otro 10% ampliable.

El montaje Acciona-Enel puso a E.ON en dificultades, pero, conocido el valor real de Endesa, elevó su apuesta hasta los 40 euros por acción. La oligarquía catalana había conseguido impedir de un Gobierno de traidores la entrada de E.ON, pero a costa de que las acciones se disparasen en bolsa, lo que les dejó fuera de juego. La clave del tema pasó entonces a Pedro Solbes, el cual se había visto envuelto en la mayor trama de corrupción descubierta en la Comisión Europea, lo que ya es decir, ya que la Comisión es el organismo público más corrupto de todo mundo civilizado.


En vez de haber sido expulsado con deshonor, que era lo que correspondía ya que era el responsable político, su jefe, Romano Prodi, no sólo le mantuvo en el puesto, sino que al final de su mandato lo jubiló con unas cifras de lujo. A su salida como presidente de la Comisión Europea, Prodi sería elegido Presidente del Gobierno italiano, y como buen conocedor del tema Enel, pues había sido presidente del IRI, holding público italiano al que pertenecía Enel, utilizó la deuda de honor contraída por Solbes para que apoyara a muerte la toma de control de Endesa por Enel, que era la antítesis de E.ON, pues es la empresa eléctrica peor gestionada y más ineficiente de Europa. Todo se gestó entre bastidores.

De todas formas, lo relevante es el resultado final: España entrega su mayor empresa eléctrica con fuertes ramificaciones en Latinoamérica a Italia. Enel se 'estira' y pone un eurillo más que E.ON, hasta 41. Y nuestro mayor activo en el sector eléctrico desaparece, gracias a que al presidente de Endesa le aburrían sus obligaciones, a la rapacidad y la avaricia de la oligarquía catalana y a la felonía de Zapatero y de Solbes, que sería nombrado, ¡cómo no!, consejero no de Endesa, ¡sino de la propia Enel en Roma, que hoy sí paga a los traidores!

Alguien tiene que pagar la OPA

Los italianos se fuman un puro con la clausulas 'inviolables' de españolidad de Endesa, el hecho de mantener su sede en Madrid y un largo número de etcéteras, a lo que se habían comprometido formalmente. Y eso sin que el Gobierno, Rajoy en este caso, mueva un dedo. Los suministros más importantes de Endesa los hacen empresas italianas, y la electricidad para los españoles se pone al nivel más alto de Europa, porque alguien tiene que pagar la OPA, las plusvalías escandalosas de Acciona y el macrosueldo de Solbes, y no iban a ser los italianos.

A día de hoy, Enel/Endesa, Iberdrola y Gas Natural manipulan los precios como les da la gana. Alteran sus sistemas productivos y sus aprovisionamientos para producir una escasez artificial en un mundo pletórico de energía para elevar artificialmente los precios, algo que sería de cárcel en todo el mundo civilizado, mientras el inútil de Soria no hace absolutamente nada. No es más que otro episodio del desgobierno, la corrupción, la incompetencia y la falta de liderazgo de Rajoy, que raya en lo criminal y que nos ha conducido a una profunda crisis nacional en todos los ámbitos. Alguien debería decir basta, porque esta situación nos va a llevar al desastre político y económico más absoluto.

"SEA COMO SEA"

Mensaje a las oficinas lanzado en abril de 2009

Caja España ordenó vender preferentes "sea como sea" sin decir que eran perpetuas

Oficina de Caja España
PABLO MONGE
cincodias.com
Caja España advirtió a sus empleados de que había que vender participaciones preferentes “sea como sea”, para lo que les prohibió utilizar la palabra “perpetuo, aunque sean perpetuas” porque “suena muy mal”.
“Nos va la vida en ello”, alertó la entidad en un correo electrónico remitido a sus oficinas en abril de 2009, al que ha tenido acceso Efe, en el que sostenía que la emisión de estos productos “reforzaba” su posición “de cara a movimientos entre cajas”.
Asimismo, Caja España, hoy integrada en Ceiss, señalaba en una circular interna como público objetivo a “economías domésticas de todos los segmentos de edades”, clientes que “buscan rentabilidad a largo plazo” o que desean “cobros periódicos de intereses”, entre otros.
Las preferentes, que tenían el “doble cometido” de “captación de negocio y refuerzo del ratio de solvencia” de la caja, quedan definidas en dicho documento como un producto “ideal para la diversificación adecuada de las inversiones de los clientes”, con una “periodicidad trimestral” en el cobro de intereses y que permiten captar “recursos ajenos de forma estable y a largo plazo”.
En otro de los documentos, el entonces director de la División Comercial informaba a sus empleados de que “se incentivará la contratación de los productos, servicios o variables” con unos puntos que, posteriormente, “podrán canjearse por regalos de un catálogo, por tarjetas regalo o por un abono en cuenta de las liquidaciones mensuales de la nómina”.
La Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae) ha asegurado en una nota de prensa que aportará estos documentos a los juzgados en los que mantiene demandas colectivas contra la entidad junto con las reclamaciones de otras 300 personas que se han sumado a las mismas.
En su opinión, “evidencian” que las preferentes fueron comercializadas de manera “intencionadamente engañosa” entre pequeños ahorradores sin perfil inversor, con el objetivo de obtener liquidez y mejorar así sus ratios de solvencia.
“No sólo no se aportó información suficiente a los preferentistas, sino que se les engañó deliberadamente para beneficio de la entidad manipulando a los clientes y evitando informar sobre una de las condiciones fundamentales que hacen tan peligroso este producto (su carácter perpetuo)”, afirma.
Según Adicae, cuando la entidad registró pérdidas, miles de familias “se quedaron sin su dinero y fueron forzados a convertirse en accionistas con su correspondiente quita, viéndose ahora abocados a un proceso de canje que impone nuevas pérdidas”.